Bienvenidos al mundo de Adentro

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Miércoles 6 de junio, la ciudad tiembla literalmente con una sensación térmica de -1 grado y un pronóstico que auguró una nevada que nunca llegó. Con nieve o sin, el aliento se convertía en nube ni bien abríamos la boca y las manos no encontraban mas resguardo que los bolsillos de mi campera. Caminamos dos cuadras y tocamos timbre en una casa desconocida. Kelly nos recibió en la puerta y nos invitó a pasar Adentro, entonces el frío empezó a ceder.

Adentro Dinner Club es uno de los tantos restaurantes de puertas cerradas que podemos encontrar en Buenos Aires que, a diferencia de los tradicionales restaurants, ofrece una experiencia única, atendida por sus dueños, con la posibilidad de vivir un encuentro mucho más intimo y compartir una mesa con un grupo de personas siempre diferente. La propuesta gastronómica, a cargo del chef Gabriel Aguallo, consta de un menú fijo por Ar$220 con copa de champagne, entrada de langostinos, parrilla, verduras grilladas y ensalada, una degustación de dos postres, vino y café.

 

 
Que lindo se está Adentro!

Desde el momento en que entramos al mundo de Kelly y Gabriel nos sentimos en casa. Adentro funciona  en una coqueta casa de Palermo donde ningún detalle es dejado al azar y la mano de sus dueños se ve en cada rincón, desde los pisos que extendió Gabriel, hasta el mural que pintó Kelly en el patio: Labour of Love, como dirían los UB40. Pasamos por la cocina hasta el patio donde nos esperaba Gabriel y su parrilla, junto a Stafford y Fernando y a la que luego se unieron Carol y Dayna, madre e hija de Nueva York.  Con todos los comensales presentes empezamos, como se debe, con un buen brindis de champagne y licor de maracuyá casero – una delicia!-.


 
Salud!

Mientras Gabriel se encargaba de la parrilla pasamos al living donde empezamos por degustar a modo de picada unas empanadas de carne fritas y unos pinchos de provoleta, acompañados de un rico pan casero. La conversación fluía, así como las copas de champagne. Por la ventana podiamos verlo a Gabriel ubicando con meticulosidad todos los ingredientes en la parrilla: langostinos marinados, verduras de estación (choclo, zanahoria, zapallitos, champignones, cebolla, remolacha), cuadril, tira de asado, chorizo de cerdo, morcilla y chinchulines.

  
 

Los ocho desconocidos que eramos cuando llegamos a Adentro habían desaparecido, y los ocho que nos sentamos en la mesa a esta altura de la noche más parecían amigos que se reencontraban después de un largo viaje. Entre brindis e historias apareció la entrada de langostinos marinados con una ensalada riquísima de hojas verdes, manzana, palta, tomates cherrys de tres tipos y queso de cabra. Lo que parecía imposible se dio -un minuto de silencio en esa mesa que no paró de charlar desde que se formó-. Así de rico estaba.

 
La entrada

Acto seguido, llegaron las achuras con papas y batatas asadas, las verduras grilladas y la carne. El cuidado en los detalles también se vio reflejado en la comida, las verduras super frescas, la carne tierna y jugosa y el chimichurri casero y cocido, un secreto del asador para que no caiga pesado. Después de un arduo trabajo en la cocina Gabriel se nos unió en la mesa y tuvo, fiel a la tradición argentina, su merecido aplauso.

   
Postales de Adentro

Cuando pensamos que ya no podíamos comer mas, llegaron los postres. Si, los, dos postres uno más rico que el otro, aunque debo reconocer que mi preferido (y con el que soñé esa misma noche) fue la Crème Brûlée de cacao. La recuerdo mientras escribo y tengo ganas de comerme la pantalla. El segundo postre, fue una sofisticada combinación de frutas (frutilla, manzana y arándanos) al malbec y crema. Realmente un lujo.

 
Los Postres, especial golosos!

La noche en Adentro empieza a las 20:30 y termina, en teoría, a las 12 de la noche. Emprendimos la vuelta a las 2 de la mañana, hora a la que llegamos casi sin darnos cuenta. En algún momento entre el café, el pisco de maracuyá y Carol cantando  New York New York se hizo de madrugada.

http://www.ndynotdoneyet.com/

La noche terminó entre abrazos e intercambios de mail. Nos fuimos con la panza llena y el corazón contento, habiendo compartido historias, sabores y risas en una mesa donde la pasión por la comida unió a ocho desconocidos que por un instante -y para siempre- dejaron de serlo para probar, una vez mas, que lo que una mesa une el tiempo no separa!

Gracias Kelly y Gabriel por mostrarnos lo que pasa Adentro!! 

Hasta la próxima!

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2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Javier dice:

    Interesante opcion parece, para salirse de vez en cuando de la ruta gastronomica habitual.

    1. Kelly dice:

      Gracias por compartir la noche con nosotros Martina! Muy buena la nota, y las fotos son hermosas!

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