¡Hola! Por acá estamos de vuelta porque aparentemente la segunda mitad de año me inspira mas que la primera y me pongo de nuevo a escribir; no digo que me pongo de nuevo a comer porque en eso venimos dandole duro y parejo.
Mucho cambió desde aquel julio de 2016 cuando escribí el último post: sumamos kilómetros recorridos de viaje -ahora como una familia de 3 con la incorporación de Santi- con aventuras en Inglaterra, Gales, Portugal, Francia y Uruguay; mudanza, a un nuevo departamento que por primera vez amoblamos e hicimos nuestro hogar; nuevos proyectos; nuevos desafíos; mucho crecimiento; muchísimo caminado, rodado y aún mas, comido.
Y volvimos, con una nueva imagen para el blog, y muchas ganas de seguir compartiendo este viaje que es mío, y es tuyo, porque acá completos desconocidos se encuentran en una receta y somos todos parte de lo mismo.
Hoy te dejo la cena de ayer, fácil, rico, sano y baratito. Unas calabazas que en principio iban a ser guarnición y de tan tentadoras quedaron como plato principal.
Calabaza gratinada con panceta, ideal para guarnición gorda ó principal
Vas a necesitar un zapallo anco grandecito que vas a lavar y cortar en rodajas no muy finas. La parte de abajo la reservo que me gusta hacerla rellena, ya te mostraré. Las hervis 10 minutos en agua hirviendo con sal y después las secas un poco y pones sobre papel de aluminio (¿sabías que la parte más brillante es la que tiene que estar en contacto con los alimentos?) rociado con un poco de aceite de oliva. Arriba, ponele la magia que se te ocurra y/o tengas en la heladera. Yo las condimenté con sal, pimienta y tomillo, agregué lonchas de panceta y queso roquefort para nosotros y muzzarella para Santi (obvio quiso la de roquefort). Llevalas al horno y cocinalas unos 15-20 minutos hasta que se derrita el queso y se te haga agua la boca.
Nuestro plato, su plato. Los bebés comen igual que vos solo que menos
Lo acompañé con una ensalada de espinaca fresca -estoy fanatizada, casi que no como más lechuga- tomate y lupines avinagrados que conseguí en la feria y le dan un toque ácido genial.
¡Nos vemos por acá!