Hacía bastante que no me compraba un libro de cocina de esos que te hacen salir corriendo a tu casa a cocinar. Fue amor a primera lectura: Provoleta rellena, Tortilla catalana, Bocaditos de acelga, Estofado de cordero, Polenta con liebre, Osobuco… todas recetas que no pretenden más que conectarte con lo mejor del sabor porteño. Alguna vez dije que yo si pudiera sería Bodegón, sin falsas promesas, directa y al corazón. Por eso, y porque cuando alguien como Pietro Sorba se toma el delicioso trabajo de juntar 191 recetas increíbles de los mejores Bodegones porteños en su libro Recetas de Bodegones, a uno no le queda más remedio que rendirle homenaje, y así, agradecer.
Para festejar a mi amiga Manuela, compañera de viajes y que así como los bodegones es directa y va al corazón, preparé un menú de domingo que nos sirviera para recuperarnos de su ágape cumpleañero de la noche anterior. Sacarlos a todos de su estado casi catatónico solo fue posible gracias al milagro de un mensaje de texto con el menú: «Vénganse a casa, los espero con bocaditos de acelga, picada de porotos, albóndigas y fugazzeta rellena». Si, si, si, si. Un récord en el tiempo de respuesta.
Albóndigas paso a paso
Para empezar a cocinar todos estos platos a la vez, que te cuento llevó 2:30Hs de principio a fin, empezá por hacer la masa de la fugazzeta. Para esto, y siguiendo la receta del libro con alguna que otra licencia poética, use: 600g de harina 0000 con levadura (si no tenes con levadura le agregas 15g de levadura fresca o un sobrecito de levadura en polvo). Le agregas agua y sal en cantidad necesaria y armás una masa lisa y homogénea. Después, la dejás descansar por una hora en un lugar cálido y sin corrientes de aire. Hecho esto, arrancá con las albóndigas.
Para las albóndigas necesitas: 600g de carne picada, 1 cucharada de perejil y romero (¡primera cosecha de mi pequeña huerta!), 1 huevo, 4 rodajas de pan lactal remojadas en leche y escurridas, aceite de oliva, 1 cebolla mediana picada fina, 1 diente de ajo picado, y 1 litro de salsa de tomate.
Empezá por rehogar en una sartén con aceite de oliva la cebollita bien chiquita y el ajo hasta que transparente. Agregarla a un bowl donde ya tenés todo el resto de los ingredientes (menos la salsa). Yo acá le agregué un poco de comino y pimentón ahumado porque me encanta. Mezclá todo con las manos hasta formar una masa homogénea y armá albóndigas medianas. Tapalas con film y a la heladera hasta que estés listo para cocinarlas dentro de la salsa de tomate a fuego mínimo unos 20, 25 minutos. Corregí la sal y pimienta de la salsa y deja ahí tranqui las albóndigas hasta la hora de servir.
Bocaditos de acelga, un clásico que no puede faltar
¿La masa de la fugazzeta ya levó al doble de su tamaño? Bien. Separá la masa en dos bolllos y estirá uno dentro de la pizzera que vas a usar para hacerle lo que sería el piso de la fugazzeta. Dejá el segundo bollo en el bowl tapado para que vuelva a levar mientras vos arrancás con los bocaditos de acelga.
Para los bocaditos vas a necesitar: 1 atado grande de acelga, 1 diente de ajo, 1 cucharadita de ají molido, 2 yemas, queso rallado, aceite vegetal para freir, sal y pimienta a gusto. La receta original duplica todos los ingredientes para hacer bocaditos para 4 personas, como los quería de entrada hice menos y salieron 8 bocaditos.
Arrancá lavando bien la acelga y descartando los tallos. Armá un arrollado con todas las hojas limpias y secas y cortalas en juliana, haciendo tiras finitas. En una sartén con un poco de aceite colocar el ajo aplastado con piel y la acelga para que se vaya cocinando. Cuando esté tierna y sequita, retirala y pica bien chiquito el ajo para agregarlo a la preparación. Sumale los huevos, el ají y el queso rallado. Con la ayuda de una cuchara introducí parte de la mezcla en una sartén con abundante aceite vegetal y dejá cocinar hasta que estén bien dorados. Servilos con gajos de limón.
Armá tu fugazzeta
A esta altura ya tenés el piso de tu fugazzeta perfecto, y el segundo bollo listo para armar. Cortá 600g de muzzarella y colocalo sobre el piso de tu fugazzeta, rocialo con un chorrito de aceite de oliva y agregale orégano si te gusta. Con unas aceitunas sería una bomba. Extendé el segundo bollo y colocalo sobre la muzzarella cerrando los bordes de ambas masas. Colocá 2 cebollas grandes cortadas en juliana sobre la segunda masa y rocialo con aceite de oliva. Así como está no necesitás nada mas, llevalo al horno bien caliente hasta que la fugazzeta tenga piso firme y básicamente no te aguantes las ganas de comerla.
Mientras esto se hace, armate la picada de porotos con una lata de alubias blancas (podés cocinar las frescas dejándolas en remojo la noche anterior pero para una versión express la lata es salvadora). Enjuagalas bien y ponelas en un bowl con 3 cucharadas de vinagre de alcohol, 6 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de aji molido y 1 de aji ahumado.
Del bodegón a tu casa, no hay excusas para no probar estas recetas que sintetizan de la forma más perfecta todo lo que amo de la cocina, recetas que vas a repetir una y mil veces, que vas a preparar para mil y un amigos y que van a ser el marco de mil y un historias. Ahí fueron las primeras 4, agarrate 187 que voy por ustedes.
¡Volvimos a la cocina, ahora calzate el delantal!
Hasta la próxima
Muy buena! El amor por la cocina se lleva en la sangre!!!